Un estudiante comenta que cuando estudiaba en la universidad, aprovechaba los descansos entre clase para ir al baño con alguna compañera, haciendo algo rápido como unas buenas mamadas. El morbo por practicar sexo en público y que les pudiesen oír era algo demasiado excitante para los dos.
Otras chica nos comenta que estando de fiesta, practicó sexo con su pareja en un parque de una plaza, donde nadie les vio y disfrutando como nunca. En otra ocasión aprovechó para hacerlo en el tren a altas horas de la noche y sin nadie en los vagones, disfrutando al mismo tiempo de las vistas por la ventana.
También las mujeres maduras tienen sus momentos y en este caso, una mujer y su esposo decidieron hacerlo en un spa. Fue un regalo de su marido, que acabó con los dos en el jacuzzi y salpicando agua con ese momento tan morboso.
Todos estos casos parecen ideales, pero hay que tener cuidado de practicar sexo en público ya que las multas pueden ser cuantiosas. Y es que por ejemplo, una pareja decidió practicar sexo en público y fueron sorprendidos en pleno acto, teniendo que pagar casi 5000 euros de multa y trabajar 60 horas como servicio a la comunidad.